I join my prayers to those of the Holy Father; Archbishop Michel Aupetit of Paris; Cardinal Daniel DiNardo, president of the United States Conference of Catholic Bishops; and countless others seeking consolation from God for the people of Paris and all of France as they cope with shock and profound sadness as a massive blaze consumes Notre Dame Cathedral. We in the Archdiocese of San Antonio pray especially at this time for the safety of firefighters and first responders battling this enormous fire, which has destroyed the frame, roof, and spire of this historic sanctuary. We will keep in prayer too all who will work in assisting in the stabilization and reconstruction of the cathedral in the days, weeks, and months to come. At the beginning of this holiest of weeks, we experience the agony and tragedy of Good Friday. On Easter Sunday we are blessed with Resurrection; a rebirth and return to life. Our pleas and petitions will surely be heard by Our Lady of Notre Dame.
Declaración del Arzobispo Gustavo García Siller, MSpS, sobre el incendio en la catedral de Notre Dame en París
Uno mis oraciones a las del Santo Padre; a las del Arzobispo Michel Aupetit de París; a las del Cardenal Daniel DiNardo, presidente de la Conferencia de Obispos Católicos de Estados Unidos; a las de otras innumerables personas que buscan el consuelo de Dios para el pueblo de París y de toda Francia, mientras enfrentan la conmoción y la profunda tristeza por ver un incendio masivo consumiendo la Catedral de Notre Dame. Nosotros, en la Arquidiócesis de San Antonio, oramos especialmente en este momento por la seguridad de los bomberos y socorristas que combaten este enorme incendio, que ha destruido el marco, el techo y la aguja de este santuario histórico. Nos mantendremos unidos en oración también a todos los que trabajarán para ayudar en la estabilización y reconstrucción de la catedral en los días, semanas y meses venideros. Al comienzo de esta semana sagrada, experimentamos la agonía y la tragedia del Viernes Santo. El Domingo de Pascua somos bendecidos con la Resurrección; un renacimiento y el regreso a la vida. Nuestras súplicas y peticiones seguramente serán escuchadas por Nuestra Señora, Notre Dame.